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Dándole continuidad a la nota publicada anteriormente respecto de la desidia e incuria existente en la Hemeroteca José María Pino Suárez en lo que a la preservación del acervo se refiere, toda vez que se encuentra almacenado en cajas de cartón y desde inicios de mayo pasado no existe atención al público y ante lo externado por empleados de dicho centro cultural, en relación a que en breve se esperaba trasladar la sede de la hemeroteca y del Centro de Apoyo a la Investigación Histórica al local ocupado por el ex Diario del Sureste, este reportero decidió visitar las referidas instalaciones y esto fue lo que resultó. Las imágenes son el mejor testimonio.
El local ocupado por el ex Diario del Sureste en las calles sesenta por sesenta y cinco, se encuentra prácticamente en ruinas. Las puertas se encuentran cerradas por un par de candados, pero el abandono y el consecuente deterioro del predio, son más que evidentes. Los postigos de las puertas se encuentran parcial y rudimentariamente obstruidos con pedazos de cartón, por fuera no hay trazas de que se efectúen trabajos de remodelación o las adecuaciones requeridas para albergar la hemeroteca y el centro de investigaciones.
Este reportero llamó en repetidas ocasiones a la puerta, en espera de que acudiera un velador a responder a su requerimiento, para darle alguna razón del posible cambio de sede, pero nadie acudió. En tal virtud, haciendo a un lado el trozo de cartón que pretende obstruir la visión a través de los postigos de la puerta de acceso, fue posible obtener algunas gráficas que de manera elocuente desmienten a Faulo Sánchez Novelo, director del Centro de Apoyo a la Investigación Histórica del Instituto de Cultura de Yucatán, instancia de la que depende la Hemeroteca José María Pino Suárez, que aseguró que en breve se efectuaría el cambio de sede.
El grado de deterioro en el local del ex Diario del Sureste es tal, que es imposible que en breve se efectúe la mudanza tan cacareada por Sánchez Novelo y el Instituto de Cultura. No hay que ser un genio para deducir que el presente estado de cosas, se debe a la carencia de recursos del ICY para llevar a cabo los trabajos de adecuación requeridos para ubicar en el antiguo periódico oficial la hemeroteca y en el lugar de ésta, el Museo del Teatro Regional, otro de los elefantes blancos y de los proyectos no realizados de la actual administración estatal.
Resulta verdaderamente lastimoso el desprecio, el descuido y el grado de desinterés por preservar el patrimonio cultural de todos los yucatecos demostrado por el Instituto de Cultura al mantener empaquetados valiosos documentos de antaño, con grave riesgo de que se deterioren o pierdan a causa de las condiciones ambientales. Otra contradicción más en el discurso de la mal llamada nueva mayoría ciudadana, que blasona públicamente su calidad de defensora a ultranza de nuestra identidad cultural.