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Presentado ante la opinión pública como una amenaza para las pesquerías comerciales y el ecosistema marino, un hermoso ejemplar de pez león nadó hasta la Universidad Anáhuac Mayab y deshizo, uno a uno, los mitos que se han tejido en torno a su reputación.
Con la ayuda de Benito Molina, mexicano ubicado entre los cien mejores chefs del mundo y especializado en pescados y mariscos, el especimen también conocido como Pez Escorpión o como rey del mar, demostró ante casi doscientos estudiantes de varias escuelas de gastronomía que en caso de multiplicarse en aguas yucatecas, lejos de causar grandes daños a la economía de los hombres del mar y sus familias, sería una singular fuente de ingresos.
Y su potencial económico no se debe únicamente al alto valor que gracias a su estética, cotiza en los acuarios (los ejemplares se consiguen únicamente sobre pedido, y según su tamaño puede costar de mil doscientos a cinco mil pesos) sino también por el sabor de su carne.
Tiene un sabor exquisito. Es un producto gourmet, declaró el chef Benito Molina, después de preparar un filete de esa especie.
Además de vincular la alta cocina nacional e internacional con diversos productores orgánicos yucatecos de borregos, pulpos tamaño miniatura, cerdo pelón y chile habanero, entre otros, el Primer Festival de la Nueva Cocina Yucateca también levantó grandes expectativas con la presencia del pez león.
Una pantalla gigante se encargó de amplificar el proceso de fileteada del ejemplar de Pez León, al que diversas voces locales calificaron a principios de este año como un ejemplar sumamente perjudicial para las pesquerías comerciales y el equilibrio de los ecosistemas marinos.
En una bolsa de plástico transparente, con tres litros de agua de mar, se presentó el ejemplar de quince centímetros de longitud y trescientos gramos de peso. Originario de los mares del sureste asiático, es uno de los peces más atractivos y cotizados en los acuarios. Es tan atractivo, que el Chef Benito Molina lo pensó dos veces antes de poner manos a la obra.
Aunque el especialista llevó unos guantes especiales, con aditamentos metálicos, no los utilizó. Sin mayor problema cortó las más de veinte espinas del pez y luego procedió al curado de la carne con jugo de naranja agria y mucha sal. En cuestión de minutos guisó un filete a la plancha.
El objetivo fue demostrar cómo filetear sin riesgos de envenenamiento al pez león, no tanto de cómo cocinarlo, aclaró.
Durante el proceso, mostró las fauces del pez y recalcó que por sus características, es imposible que coma los arrecifes marinos o sea el depredador que acabaría con las pesquerías comerciales, como se le imputa.
Por cierto, en YouTube se puede encontrar un vídeo de cómo cocinar ese ejemplar, bajo el título: El pez león es comestible, finalizó.