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El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) entregó este mediodía el material genético para establecer la primera parcela de validación que producirá la semilla de chile habanero que demandan los productores yucatecos.
A solicitud de la Fundación Produce Yucatán, A.C., ese centro de investigación entregó un lote de 150 gramos de semillas al productor José Dolores Isaac Sabido, quien establecerá la primera parcela de validación y transferencia de tecnología, en una superficie de poco más de una hectárea de la comisaría Gran Lucha de Buctzotz, donde se producirá la variedad "Mayapán".
Las semillas de chile habanero se repartirán en forma gratuita entre los productores de los 106 municipios yucatecos en un plazo máximo de dos años.
Isaac Sabido, más conocido como "el Rey del Chile Habanero", consideró que ese proyecto cierra el paso a cualquier intento de enriquecimiento a costa de una investigación financiada con recursos públicos y romperá la dependencia que tiene los productores yucatecos con las grandes trasnacionales que venden la semilla del picante a precio de oro.
Simple y sencillamente es inaceptable presumir la certificación de la denominación de origen del picante emblemático de Yucatán, cuando el chile habanero que producimos depende, hasta el día de hoy, de las semillas que nos mandan los consorcios de Estados Unidos, añadió.
Representante de los productores de chile habanero ante la Fundación Produce, Isaac Sabido estrena entre los chileros un esquema similar al que transfirió a todos los puntos de entidad, sin costo alguno para los productores del sector social: los pastos mejorados. Ese esquema fomenta la cooperación y la solidaridad de los propios productores, para llevar a todos el beneficio de las semillas.
Los investigadores del Inifap jugaron un papel fundamental para hacer del chile habanero un producto que por su sabor especial, aroma típico, elevado picor (pungencia), larga vida de anaquel y atractivo color sea considerado el chile comestible más picante del mundo.
Durante varios años, el Centro de Investigación Regional del Sureste (CIRSE) desarrolló nuevas variedades a través del mejoramiento genético, y el 22 de enero de 2008, el director general del Instituto, Dr. Pedro Brajcich Gallegos, entregó al gobierno del Estado de Yucatán la variedad "Mayapán".
Esa variedad escogió su nombre como emblema de su origen maya. Se obtuvo mediante la selección y cruzamiento de las variedades criollas. Ofrece mayor rendimiento (es superior a las 35 toneladas por hectárea), y es tolerante a plagas y enfermedades. Tiene características propias de picor, sabor, olor y forma, entre otras, lo que hace de este cultivo, un símbolo e identidad cultural de Yucatán.
Estudios realizados por varios años (considerando que la generación de una variedad de semilla dura alrededor de quince años) fueron el respaldo para conseguir la certificación de la marca colectiva Chile Habanero de Yucatán, la cual representó la antesala para lograr la denominación de origen. Participaron en ese esfuerzo los investigadores Roberto Dzib Echeverría, Jorge Trujillo Aguirre, José de la Cruz Tun Dzul, Felipe Santamaría Basulto, Raúl Díaz Plaza,Wilson Avilés Baeza y Jaime Piña Razo.
El presidente de Produce Yucatán, Pedro Cabrera Quijano, agradeció al director regional del INIFAP, Jaime Piña, las facilidades para cumplir con los compromisos del proyecto Validación de tecnología para producir y procesar semilla de chile habanero.