Han sido 10 años de cifras duras buenas, mejores que las que jamás se dieron en un siglo completo. A partir del año 2000, las cosas comenzaron a llamarse por su nombre en el país. Pero los sucesos comenzaron a ser narrados en un lenguaje corrupto: la corrupción del siglo 20 había logrado brincar fronteras del tiempo. Y hoy, el corazón del mexicano ha sido corrompido.

Cada logro, cada demostración de hacer bien las cosas, cada expresión que sólo significaba sinceridad y transparencia, fue corruptamente transformada en negativa. Corromper el corazón significa destruir la mente y generar la más salvaje confusión. Eso es lo que se ha logrado. Salud, vivienda, empleos, educación, libertades, combate al crimen, finanzas, economía: cada renglón, sin excepción, significó avance impecable.

No todos los renglones avanzaron; hubo que se atoraron. Requerían la intervención de los legisladores de oposición. Ellos sistemáticamente detuvieron todo aquello que fuera realmente significativo para el progreso de México. Lo hicieron para que ese salto no pudiera darse, porque “las luces” se las llevaría el presidente y eso, los de la oposición, no podían permitirlo. Ni siquiera podían permitirlo porque se trataba de algo que beneficiaría el presente y el futuro de México y a los mexicanos de hoy y mañana. Mintieron, engañaron, incumplieron acuerdos en forma unilateral.

Han mentido en forma sistemática y han corrompido el corazón de los mexicanos. Han logrado hacer que las grandes mayorías se encuentren totalmente desorientadas, sin una remota idea de qué es lo que realmente sucede en México.

Durante los últimos 10 años se financió 1 de cada 4 de las viviendas que hoy existen en el país. Fueron los gobiernos de Fox y Calderón los que levantaron 1 de cada 4 casas. para ello no necesitaban permiso de los legisladores.

Hace 10 años la reserva en divisas internacionales —20 mil millones de dólares— era 1/8 de la deuda externa. Hoy la cifra es 110,000 millones de dólares, más de 2 veces lo que México debe al exterior. Esa perversa oposición desearía profundamente que las crisis —Irlanda, Grecia, España o Portugal— sacudieran a México. La fortaleza financiera lograda durante estos 10 años da al traste con esos perversos deseos.

El ingreso per cápita es 2 veces lo que era en 2000 y 3 veces lo que era en la década de los 80. Entonces, ¿por qué el pueblo está tan confundido? (Consulta cualquier encuesta…)

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