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ATLANTA, EE. UU. — El condenado estadounidense Troy Davis, en el corredor de la muerte desde hace 20 años tras un proceso repleto de vicios judiciales que levantó protestas en el mundo entero, será ejecutado el miércoles luego de que el comité de indultos de Georgia negara la clemencia.
"Confirmamos que el comité de indultos de Georgia negó la clemencia para Troy Davis", dijo a la AFP Wende Gozan Brown, una portavoz de Amnistía Internacional en Atlanta, donde se realizó la última audiencia que pudo haber evitado la ejecución de Davis el miércoles a las 19H00 locales.
"Estamos impactados", dijo Laura Moye, directora de la campaña para la abolición de la pena de muerte de Amnistía Internacional (AI) en Estados Unidos.
"No podemos creer que el comité haya negado la clemencia ante una nube tan grande de dudas. Tememos que el estado de Georgia pueda ejecutar a un hombre inocente", agregó la activista.
Unas horas después, la oficina de la organización humanitaria difundió una carta en la que Davis insta a sus seguidores a continuar la batalla contra la pena de muerte.
"La lucha por la justicia no se acaba conmigo", dijo Davis en la misiva, dada a conocer por AI, que la publicó en Facebook y en sus sitio web.
"Esta lucha es por todos los Troy Davis que vinieron antes que yo y todos los que vendrán después de mí", dijo. "Estoy de buen ánimo y estoy orando y en paz. Pero no voy a dejar de luchar hasta haber exhalado mi último aliento".
La ejecución de Davis, un negro condenado a muerte por el asesinato de un policía blanco en una pelea en Savannah en 1989, tendrá lugar en una cárcel de la localidad de Jackson, 77 km al sureste de Atlanta, donde recibirá una inyección letal.
La decisión por mayoría simple de los cinco miembros del comité de indultos de Georgia se impuso contra una campaña sin precedentes a nivel internacional que llevó al ex presidente estadounidense Jimmy Carter, el Papa Benedicto XVI, otras celebridades e incluso a la Unión Europea a pedir la conmutación de la pena capital por una condena a cadena perpetua.
Tras la decisión del comité, el director del Centro de Informaciones sobre la Pena de Muerte (DPIC) de Estados Unidos estimó muy poco probable que la ejecución de Davis pueda ser evitada, salvo algún nuevo elemento de último minuto, según dijo el martes a la AFP.
La Corte Suprema, que ya examinó el caso y fijó para Travis una audiencia suplementaria excepcional ante un juez federal, necesitaría un "nuevo y poderoso elemento" para suspender la ejecución, dijo a la AFP Richard Dieter.
El arma del crimen que se le imputa a Davis nunca fue encontrada y no se registró huella ni rastro de ADN en la escena del asesinato.
Desde que fue sentenciado, en 1991, siete de los nueve testigos no policiales se retractaron de sus declaraciones alegando coerción e intimidación por parte de la policía en la obtención de sus testimonios.
Incluso un miembro del jurado de ese juicio dijo en los últimos años que no estaba seguro de haber tomado la decisión correcta una vez se supo que los testigos se desdijeron.
Pero la familia de la víctima, el policía Mark MacPhail, insiste en la culpabilidad de Davis. (AFP)
Troy Davis enfrenta hoy miércoles 21, en Georgia, la ejecución por inyección letal. (Foto Getty)
El lunes, manifestantes en contra de la ejecución de Troy Davis a las puertas de la corte de apelaciones de Georgia.