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Aunque no todo dolor o inflamación articular puede tratarse de gota, lo más recomendable es que el paciente acuda a valoración médica, ya que, si no se trata este padecimiento, a futuro puede resultar incapacitante para quien la padece. Así lo dio a conocer el Dr. Efrén Antonio Canul Novelo, reumatólogo del Hospital "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
Explicó que la gota es una enfermedad de origen metabólico caracterizada por el depósito de cristales de ácido de uratomonosódico en las articulaciones; se forman por la persistente elevación de ácido úrico en la sangre. Cuando se forman los cristales, se desencadena una respuesta inflamatoria que va a condicionar una artritis aguda, generalmente en las articulaciones grandes.
Agregó que habitualmente la manifestación inicial es un súbito dolor articular con inflamación, con una sensación de calor que muchas veces es la articulación metatarsofalágica, es decir, en el dedo gordo del pie del paciente. Esta suele ser la primera articulación afectada. Después puede ser el empeine, los tobillos y las rodillas. La característica de esta artritis es que en las fases iniciales se autolimita: en unas 24 o 48 horas cede espontáneamente la inflamación.
—Conforme la enfermedad continúa avanzando —por la persistencia de altos niveles de ácido úrico— se darán más frecuentemente esos ataques de gota. Cuando el dolor en las articulaciones se generaliza se vuelve un ataque poliarticular. De igual forma, los ataques de gota se presentan de manera más continua —agregó.
Dr. Efrén Antonio Canul Novelo, reumatólogo del Hospital "Ignacio García Téllez" del (IMSS)
—Generalmente el problema del dedo gordo pasa inadvertido porque la gente piensa que es algo aislado o lo pueden confundir con algún traumatismo. Entonces, la enfermedad continúa avanzando sin que la gente sepa que es un ataque de gota y que lo más probable es que sus niveles de ácido úrico estén elevados. El ácido úrico es el final del metabolismo de las purinas. Llevamos un equilibrio; a través del riñón se va eliminando. Cuando se rompe ese equilibrio, los niveles aumentan en la sangre.
Manifestó que si la enfermedad avanza porque pasa inadvertida para el paciente, la gota, que habitualmente afecta las extremidades inferiores —como el dedo gordo, el empeine, el tobillo, la rodilla. Cuando se hace crónica, también afecta las manos. El aumento de los depósitos de cristales de ácido úrico puede ocasionar que se alojen en los tejidos blandos y formar nódulos llamados "tofos" que se pueden encontrar en las zonas de pliegues: codos, muñecas, manos, dedos, rodillas y cartílagos de orejas. Son visibles y mientras más grandes sean, indican que el paciente tiene más tiempo con la enfermedad —con elevación del ácido úrico.
Destacó que debido a que la enfermedad no es exclusiva de las articulaciones, esta puede afectar el riñón y producir litiasis o piedras por ácido úrico, llegando a alterar la función renal. La gota también puede destruir las articulaciones, deformarlas y causar discapacidad al paciente.
Dio a conocer que las principales causas de la elevación del ácido úrico son los alimentos ricos en purina: carnes rojas, mariscos y cerveza. Si el paciente ya tiene gota y come copiosamente, especialmente mariscos o cervezas, lo más probable es que desencadene un ataque de gota.
Aclaró que por el tipo de alimentación, los hombres son los que más frecuentemente padecen esta enfermedad, especialmente, entre los 30 o 40 años, y conforme aumenta la edad, los niveles de ácido úrico también suben; por ello los casos también se incrementan. En el caso de las mujeres, estas tienen mayor posibilidad de padecer gota después de la menopausia porque en esa etapa se incrementan los niveles de ácido úrico.
A pregunta expresa, explicó que la frecuencia en consulta de casos de gota puede variar. De 1000 varones, 5 a 10 pueden tener gota o cuando menos tener elevado el ácido úrico. Ocasiona otros problemas metabólicos como la diabetes, problemas de colesterol, triglicéridos y la hipertensión.
—Si el paciente tiene colesterol o diabetes puede tener ácido úrico elevado. Por eso es recomendable una detección de ácido úrico, especialmente si en la historia clínica el paciente alguna vez en su vida ha tenido inflamación de un dedo gordo. Ese puede ser un dato para considerar.
Señaló que a diferencia de otras enfermedades reumatológicas en esta se puede utilizar el término de curación siempre y cuando el paciente controle los niveles de ácido úrico a niveles normales bajos a través de un estricto control permanente de alimentación y consumiendo su medicamento. Las recaídas se pueden dar si al sentirse bien el paciente olvida su dieta y sus medicamentos.
En cuanto al diagnóstico, dijo que este se obtiene con una muestra de sangre que mide los niveles de ácido úrico, pero que la prueba debe ser confirmada extrayendo una segunda muestra de líquido sinobial en alguna articulación grande, como la rodilla. Este chequeo debe realizarse de manera anual. L.I.