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NUEVA YORK, Nueva York, EE.UU., 9 de mayo.- En cuestión de horas, un grupo de hackers robó 45 millones de dólares en cajeros automáticos de todo el mundo.
Las autoridades estiman que realizaron 40 mil 500 retiros de dinero en 36 mil cajeros de 27 países.
"Fue un atraco bancario del siglo XXI que llegó a través de internet para abarcar el mundo, pero en vez de armas y máscaras, esta organización de la ciberdelincuencia usó computadoras portátiles y malware", dijo Loretta Lynch, fiscal de Nueva York.
Fotos tomadas del celular de uno de los ciber-piratas. Los criminales alteraron el monto a tarjetas de prepago para después retirar el efectivo en cajeros de todo el mundo: el dinero robado asciende a 45 millones de dólares.
La red criminal intervino dos bancos en Emiratos Árabes y Oman; su objetivo eran tarjetas de débito prepagadas a las que alteraron el límite de disposición de efectivo para retirar la mayor cantidad posible de dinero.
Después, sus cómplices en ciudades de todo el mundo consumaron el robo. Así ocurrió en Nueva York.
"Su trabajo era retirar millones de dólares de los cajeros ATM dentro y fuera de Nueva York usando números de tarjetas de crédito prepagadas que habían robado mediante sofisticadas técnicas de hackeo", señaló Loretta Lynch, Fiscal de Nueva York.
Actuaron en dos ocasiones: en diciembre del año pasado sustrajeron cerca de cinco millones de dólares y en febrero, 40 millones.
En Nueva York, robaron casi tres millones, es decir, perpetraron el segundo mayor asalto bancario en la historia de la ciudad.
Las autoridades locales identificaron a ocho sospechosos; siete de ellos ya fueron arrestados; el otro, considerado su líder, fue asesinado en República Dominicana.
Sin embargo, se trata sólo de una célula de lo que podría ser la mayor red de asaltantes cibernéticos descubierta hasta ahora.
Una red global de delincuentes informáticos robó 45 millones de dólares en unas cuantas horas tras ingresar en una base de datos de tarjetas de débito prepagadas y después vaciar cajeros automáticos en ciudades de distintos países, según dijeron ayer fiscales federales.
Siete personas fueron arrestadas en Estados Unidos en relación con el caso, que fiscales dijeron incluyó millares de robos a cajeros automáticos mediante tarjetas apócrifas que contenían información de bancos en Medio Oriente.
Los defraudadores actuaron con asombrosa velocidad para saquear instituciones financieras en todo el mundo; trabajaron con células de secuaces, incluida una en Nueva York, dijo Loretta Lynch, fiscal federal de Brooklyn, Nueva York, quien describió el atraco como “un robo bancario descomunal en el siglo XXI” perpetrado por ladrones audaces.
Uno de los detenidos fue captado en diversas cámaras de vigilancia; llevaba una mochila que se veía cada vez más llena de dinero, dijeron las autoridades. Otros de los arrestados se tomaron fotos de ellos mismos con grandes fajos de billetes en Manhattan.
He aquí cómo funcionaba el saqueo: los piratas ingresaron en bases de datos de bancos, eliminaron los límites de retiro de dinero en las tarjetas de débito prepagadas y crearon códigos de acceso.
Otros cargaron la información en cualquier tarjeta de plástico dotada de banda magnética.
Después, una red de individuos se dispersaba para retirar rápidamente el dinero en diversas ciudades, según dieron a conocer las autoridades.
Los saqueos ocurrieron en Japón, Rusia, Rumania, Egipto, Colombia, Gran Bretaña, Sri Lanka, Canadá y otros países.
Un gran asalto a decenas de cajeros en pleno corazón de Manhattan, con tarjetas del tipo Mastercard como arma. En la operación participaron, que se sepa en este momento, ocho individuos. Son solo los integrantes de una célula en EE UU. Siete de ellos están bajo arresto. Pero los investigadores advierten de que se trata de un crimen financiero mucho más complejo y de dimensión global. El motín se valora en un total de 45 millones de dólares.
La Fiscalía comparó lo sucedido como algo similar a un flashmob planetario, por la manera masiva en la que se ejecutó la operación. El mapa de Nueva York que mostraron las autoridades estaba lleno de puntos, que indicaban donde los individuos fueron ejecutando uno a uno el asalto. Por hacerlo sencillo, los responsables de la trama criminal accedieron a los sistemas de entidades en Oriente Medio para hacerse con datos de las tarjetas de débito. Se cree que el centro operativo está fuera de EE UU.
Esa información se pasaba después a los individuos que ejecutaban el asalto al pie de cajero, con tarjetas emitidas por el National Bank of Ras Al-Khaimah de Emiratos Árabes y del Bank of Muscat en Oman. En total se hicieron 40,500 operaciones de retirada de dinero en 27 países. Es el mayor robo en cajero que se ha visto, dicen las autoridades en EE UU. “En lugar de pistolas y máscaras, esta organización utilizó ordenadores y programas maliciosos”, informó la fiscal neoyorquina Loretta Lynch.
El objetivo del ataque fueron tarjetas de débito prepagadas. Los autores del asalto lograron manipular el límite con el que se podía sacar dinero del cajero, por lo que se teme tuvieron un acceso importante a los sistemas de los bancos. Así los equipos que tenían en la calle podían sacar la mayor cantidad de dinero posible antes de que el sistema se bloqueara. Mastercard asegura que su red nunca estuvo en compromiso, aunque esta trabajando con la investigación para ayudarle a desmantelar la trama.
El primer asalto se ejecutó a finales de diciembre del año pasado, en el que se robaron cerca de cinco millones de dólares. Y actuaron de nuevo en febrero, donde las pérdidas se estiman en 40 millones. En total se calcula actuaron en 36.000 cajeros automáticos. En Nueva York en concreto se retiraron casi tres millones dólares en sendos golpes, lo que según Lynch lo convierte en el segundo mayor robo bancario en la historia de la ciudad.
Como señalan los expertos en crímenes financieros de este tipo, los hackers sólo necesitan encontrar una vulnerabilidad en el sistema para causar daños de millones de dólares en tan solo un par de días. “Las nuevas tecnologías y el rápido crecimiento de Internet eliminó las fronteras tradicionales del crimen financiero”, señaló por su parte Steven Hughes, uno de los agentes que participaron en la operación de derribo de la trama.
La investigación sigue abierta porque no está aún claro si hay más células operativas en otras ciudades en EE UU. De los ocho acusados en EE UU, uno fue asesinado el 27 de abril en la República Dominicana. No se sabe si la muerte está relacionada con este crimen financiero, indicó Lynch. La investigación del ciberataque financiero está teniendo lugar en una quincena de países, entre ellos España, Canadá y Japón.(OnceNoticias/AP/El País)