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Mérida, Yucatán, 6 de agosto de 2010.- Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Yucatán, advierten a toda la población, que la obesidad infantil es un serio problema que requiere la aplicación de medidas urgentes para evitar el deterioro de la salud y la afectación irremediable en la etapa adulta; implica la participación de toda la familia, considerando que en la mayoría de los casos, un niño obeso proviene de un núcleo familiar en las mismas condiciones. La obesidad es una compleja enfermedad crónica, causada por múltiples factores ambientales y genéticos; suele iniciar en la infancia. Se produce cuando existe un desequilibrio entre lo que se ingiere y el gasto energético, la consecuencia inicial es la acumulación excesiva de grasa corporal, y en el futuro la aparición de enfermedades crónico degenerativas como obesidad mórbida, diabetes e hipertensión.En los últimos años se ha incrementado el índice de obesidad infantil, afectando más a los varones que a las mujeres; en los niños se ha incrementado la obesidad en 80%, y en niñas en 50%. El hábito de consumir bebidas gaseosas, ingerir comida industrializada (alta en grasa con azúcares refinados) y a deshoras, bajo consumo de vegetales y fibra, actividades como ver la televisión en jornadas prolongadas y los videojuegos, forman parte de los nuevos estilos de vida, lo que provoca que las enfermedades crónicas degenerativas se presenten desde la niñez o adolescencia.
Se estima que por cada hora que el niño ve televisión o le dedica a los videojuegos, se incrementa 12% el riesgo de obesidad y las estadísticas señalan que los niños de 9 a 16 años, le dedican un promedio de cinco horas al día a estas actividades, con el deterioro de su salud.
Respecto a los factores de riesgo biológico, si uno de los padres es obeso o diabético, el riesgo de que el niño sufra obesidad se triplica.
A través de la estrategia PREVENIMSS, el Seguro Social orienta a sus derechohabientes sobre como llevar una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos y reduzca sustancialmente el consumo de productos procesados y refrescos además de recomendar hacer ejercicio por lo menos 30 minutos al día.
Advirtieron que, si la población no hace conciencia del daño que ahora se provoca, en poco tiempo las futuras generaciones, que crecen con los actuales hábitos de vida y alimentación presentarán enfermedades mórbidas a edades más tempranas y complicaciones con padecimientos crónico degenerativos, como la diabetes, que les reducirán calidad y expectativa de vida. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.