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Bajo el título Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde, la exhibición estará integrada por un acervo de 147 piezas, en el que destaca un corpus de 13 máscaras funerarias mayas de piedra verde y un pectoral zoomorfo de concha.
Sofía Martínez del Campo Lanz, curadora de la muestra y responsable del Proyecto Máscaras Funerarias, que impulsa la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, informó que dicha exhibición deriva de este esquema bajo el cual, durante casi una década, se ha realizado la restauración de estas máscaras con el fin de devolverles sus atributos estéticos y su carácter ritual.
De las 13 máscaras, detalló, ocho corresponden a los rostros de dignatarios del periodo Clásico (200-900 d.C.) que contribuyeron al apogeo de las dinastías mayas, entre ellas la que portaba K'inich Janaab' Pakal, quien dirigió la ciudad de Palenque, en Chiapas, entre 615 y 683 d.C.
Del resto de las máscaras de dignatarios mayas -de los que se desconoce su nombre-, tres corresponden a dos diferentes gobernantes de Dzibanché, y una más al de La Rovirosa, ambos sitios ubicados en Quintana Roo; otras dos corresponden al de Calakmul, en Campeche; y otra al soberano de Oxkintok, en Yucatán, lugar en el cual se halló también el pectoral zoomorfo de concha, que se incluye en esta exposición.
También, del conjunto de 13 máscaras funerarias, cinco muestran rostros de deidades que acompañaban las acciones de los señores mayas, y fueron dispuestas en las ofrendas como pectorales o cinturones ceremoniales.
De esta manera, destacó Martínez del Campo Lanz, la muestra reunirá por vez primera seis ofrendas funerarias completas pertenecientes a dignatarios mayas: una de Palenque, dos de Calakmul, dos de Dzibanché, y otra de Oxkintok, Yucatán, esta última que carece de máscara de piedra verde pero posee un mosaico zoomorfo de concha.
Máscaras, collares, anillos, brazaletes, petos, pectorales y figurillas ceremoniales conformaban el ajuar funerario con que fueron ataviados los gobernantes al momento de ser enterrados, piezas que se mostrarán tal y como fueron halladas por los arqueólogos junto con otros objetos de cerámica, concha y caracol, lo que permitirá comprender su simbolismo de acuerdo al orden en que fue dispuesto cada objeto en la ofrenda.
"A partir de que las tumbas fueron exploradas, las ofrendas se disociaron y los objetos se exhibieron en diversos museos, de tal manera que nunca se habían presentado en su conjunto de la forma en que fueron encontradas originalmente, por lo que no había sido posible hacer una lectura completa para comprender su significado preciso.
"La importancia de presentar los ajuares íntegros, radica en que cada pieza forma parte de un conjunto simbólico, sí se disocian pierden ese carácter", comentó Martínez del Campo Lanz.
Las máscaras funerarias, por ejemplo —abundó la restauradora—, además de revelar el rostro de los gobernantes, tenían una asociación con lo divino, toda vez que los materiales de las teselas o mosaicos con que fueron hechas (jade, crisoprasa, caracol, concha, obsidiana y hematita espectacular) estaban reservados para representar lo sagrado.
"Es así que las máscaras funerarias representaban a la deidad pero con los rasgos del gobernante. De acuerdo con el antiguo pensamiento maya, era a través de ellas que el personaje enterrado tenía la posibilidad de trascender al cosmos en el momento posterior a la muerte".
La curadora añadió que Rostros de la divinidad también incluirá otras máscaras ceremoniales de piedra verde halladas en entierros secundarios de Oxkintok, Dzibanché y La Rovirosa.
De igual manera, se exhibirá una alfombra funeraria creada con cerca de ocho mil caracoles y semillas, que hace mil 600 años formó parte del ajuar de un personaje de alto rango de la antigua ciudad maya de Calakmul. La pieza -de tan sólo 1 metro de largo por 25 cm de ancho aproximadamente- fue rearmada y restaurada por la propia especialista Sofía Martínez del Campo, entre 2008 y 2009.
"El propósito de esta muestra no es sólo dar a conocer al público los rostros de los gobernantes, sino que el visitante se adentre de algún modo en el universo de los antiguos mayas", expresó la curadora, al referir que por tal motivo, en la exposición se presentará una serie de objetos introductorios y cédulas museográficas e información multimedia, que ayudarán a comprender el significado de estos objetos y la magnitud de los contextos funerarios de esta antigua civilización.
Luego de su presentación, durante agosto y septiembre, en el Museo Nacional de Antropología, Rostros de la divinidad viajará a Italia, para ser exhibida en el Museo Arqueológico de Nápoles, de noviembre a enero de 2011, posteriormente se mostrará en París, Francia.
La presentación de esta exposición es posible gracias al préstamo de piezas por parte de los museos Nacional de Antropología; Regional de Yucatán "Palacio Cantón"; los de sitio de Palenque y Toniná, en Chiapas, y de Pomoná, en Tabasco, así como de los fuertes de La Soledad y de San Miguel, en Campeche. Además de los museos Amparo, en Puebla, y los Centros INAH de Campeche, Quintana Roo y Chiapas.
La muestra permanecerá en exhibición hasta septiembre próximo, y puede visitarse de martes a domingo de 9:00 a 17:00 horas en el Museo Nacional de Antropología (Paseo de la Reforma y calzada Gandhi s/n, Chapultepec Polanco). Costo $51.00 pesos.
Quedan exentos de pago los menores de 13 años de edad, estudiantes y maestros con credencial vigente, personas con capacidades diferentes y adultos mayores. Los domingos la entrada es gratuita para todos los mexicanos. Boletín del INAH.