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Hacer seguir por las calles a un opositor o detractor, finalmente, atacarlo con una tranca o bate, romperle dos huesos de un brazo y luego inventar que fue un grupo de "panistas" el culpable, es, en conjunto, vandalismo judicial.
Detener a vendedores de camisetas con letreros que expresan desacuerdo con la persona que gobierna Yucatán, simular que los detenidos le dieron un billete de $200 falso de cambio a un transeúnte y llevar a los vendedores ante una autoridad federal para que sean procesados, es, en conjunto, una obra de vandalismo judicial.
Detener a repartidores de cualquier medio impreso so pretexto de elecciones y continuar, 1 año después, intentando provocar respuestas explícitas o implícitas para inculpar al medio, es vandalismo judicial.
Cerrarle una tienda a un ciudadano porque algún día ese ciudadano fue presidente municipal de Dzemul y no le aceptó sus cuentas a la antecesora, la que hoy gobierna Yucatán, llevarlo detenido a él, acusando también a su esposa, mantenerle un proceso abierto basado en falsedades totales, es, en conjunto, vandalismo judicial.
Detener a un ciudadano y hacer que alguien que después no da la cara, lo acuse de haberle robado $600 con violencia; hacer esa detención violando la autonomía municipal de Dzemul, rompiendo puertas del inmueble, torturarlo con cables eléctricos en partes sensibles del cuerpo masculino, y hacer todo esto porque se trata de alguien que en 2007, en la casilla que le tocó a quien hoy gobierna Yucatán votar, le dijo a la candidata que "hiciera cola como los demás", es vandalismo judicial.
Denunciar con falsedad a un reportero que ha firmado notas en que se muestran acciones que no son favorables a la imagen de quien hoy gobierna Yucatán, es, en conjunto, otro acto de vandalismo judicial.
Detener en un retén a ex policías, que ahora trabajan para contratantes privados, llevarlos a los separos, plantarles o sembrarles un arma de fuego y acusarlos ante la "prensa privilegiada" de delitos que jamás cometieron, sólo porque se trata de ex policías que no accedieron a seguir al jefe actual, es un acto de vandalismo judicial.
La lista no se ha agotado. Hay más actos de vandalismo judicial durante la elección municipal de 2010. ¿Cuántos actos más de este tipo tenemos que vivir antes de reaccionar como sociedad? ¿Hasta que te toque a ti, a tu hermano o hermana, a tu padre o madre? ¿Hasta cuándo?