521 palabras
MONTEVIDEO, 11 de marzo.- A muy pocas personas en Uruguay se les ocurre defecar u orinar en la vía pública. La tradición legal del país le adjudica penas y condenas a esta falta. Sin embargo, el director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera, aseguró que "cuando en un estado de necesidad una persona hace tal o cual cosa, en ese caso no va a haber falta y esa conducta no va a ser penada porque el juez va a tener eso en consideración", aludiendo a las necesidades de orinar o defecar en la calle o espacios públicos.
Todo comenzó en setiembre de 2012 cuando el Poder Ejecutivo envió a la Asamblea General el proyecto de ley denominado "de faltas y de cuidado, conservación y preservación de los espacios públicos". Consta de 22 artículos que suprimen faltas y crean nuevas, pero la novedad primordial es que el principal castigo es el trabajo comunitario "porque implica un involucramiento especial del imputado con respecto a la falta cometida". En el proyecto se declara de interés general la preservación de los espacios públicos, y se argumenta como motivo que "la sociedad está viviendo una grave crisis de valores" y que "el entorno, el medio ambiente y el espacio público como ámbito de convivencia y desarrollo de la ciudadanía se ven perjudicados por su mal uso y abandono".
Desde que José Mujica asumió la Presidencia, la 'Suiza de América' se ha vuelto un país muy peculiar.
En una comisión denominada de Constitución y Legislación del Senado se discutió qué sucedería ante la necesidad de realizar necesidades básicas en la calle, especialmente en una ciudad como Montevideo que carece de suficientes baños públicos y donde los restaurantes y pizzerías –por ejemplo- invitan a quienes no son clientes a no hacer uso de los baños. El hecho fue catalogado como un "problema grave" de una ciudad que no ofrece alternativas ante la falta de gabinetes sanitarios y que, adicionalmente, castiga la acción. "Baños exclusivos para clientes", es parte de la cartelería capitalina que adorna espacios gastronómicos desde hace ya varios años.
La excepción a la problemática fue dada a conocer por la autoridad del Ministerio del Interior, Charles Carrera, quien indicó que ante un estado de necesidad no será falta orinar o defecar en la calle. Se alertó que el juez "tendrá consideración" ante el hecho, que en los papeles legales es pasible de trabajos comunitarios como sanción.
Así la ley intenta darle un espacio de acción al texto originalmente presentado, que condena "al que defecare u orinare en cualquier espacio público, salvo en las instalaciones destinadas especialmente para su realización". Según Carrera, la norma es armónica con el Código Penal.