1. Angélica María (en el papel de Valeria Donatti). Hace más de tres décadas, la "novia de México", Angélica María, protagonizó aquella telenovela cuyo título "Muchacha italiana viene a casarse" fue todo un clásico del género del lagrimón a principios de los 70. Ahora en 2010, otra Angélica, venida de Tixkokob, viene a casarse entre lágrimas y risas con los meridanos. La trama telenovelesca se complica, ya que al menos la mitad de los habitantes de la Blanca Mérida no parecen haber dado su consentimiento para los esponsales. Sin embargo, entre quienes favorecen que los sentimentalismos prevalezcan sobre la razón y los programas, Angélica, la ragazza que llegó de Tixko como mucama pero que ahora está a punto de casarse con el rico galán metropolitano, tiene un nada despreciable soporte sustentado en el corazón rosa y sus melifluos seguidores.

2. Ricardo Blume (en el papel de Juan Francisco). Ricardo era el propietario de la residencia capitalina a donde llega a prestar sus servicios domésticos Angélica. Poco a poco, su Giovanni Francesco fue cayendo ante la inocente seducción de los encantos de Angie. Los espectadores no participaron mucho, prefirieron "gustar" desde la comodidad de sus monitores de TV el culebrón que se les presentó. La prensa toda fue cómplice de las encuestas fabricadas para apuntalar la "imparable e inevitable" popularidad de "la ragazza piu bella del mondo". Las encuestas y publicaciones la hicieron verse bellísima, como nunca nadie había imaginado verla antes. Su madrina, la madonna Ivonne Corleone, gestionó que Televisa pagara —previa mochada— la producción y las encuestas. ¿Y los "líderes" sociales de las organizaciones de la sociedad civil? ... Siguieron en la siesta de su propia novela rosa, en sus efímeros "15 minutos de gloria". Perdón... de pena, que no gloria, diría yo.

3. El promo del Bicentenario. Ya en la vida real, eso del video del Bicentenario de los 10 millones de dólares o de los 20 millones de pesos (es que el tipo de cambio que manejan en el Palacio de la 61 es encabronadamente saltarín) ha dado lugar a muchas polémicas. Sobre todo cuando la iluminada Ivonne declara que "lo importante no es el precio, sino los resultados". Pero a pesar de las costosas producciones de Televisa, resulta que los resultados resultaron bastante declives. Los números de la ocupación hotelera han caído en 3 años. Y el número de eventos promocionales organizados por la Secretaría de Turismo también ha disminuído. Lo único que se ha disparado ¡casi cuarenta veces! es el gasto tanto de Cultur como de la Secretaría de Turismo yucateca. No cabe duda que Jorge Esma Bazán y Juan Martín Pacheco son unos magazos. Ni Beto el Boticario (q.e.p.d.) les llegó a los talones. ¿A donde irá nuestro amor y nuestra lana, amigo yucaterco contribuyente?

4. Vocabulario tumbapuertas. La gobernadora Ivonne Ortega no estuvo contenta —contra lo que pueda pensarse— la tarde-noche del pasado domingo 16 de mayo. Testigos palaciegos aseguran que cuando las cifras del PREP empezaron a fluir la contenti gobernadora se fue tornando fuera de sí, y con impresionantes, fuertes y altisonantes vocablos, la "reina" espetó a su derredor: "¡No puede ser... las cifras del PREP no cuadran con la pen#!¡@ encuesta de Liébano! ¡Cuádrenlas! ¡Qué como ch... no se va a poder!" Vociferaba mientras pateaba puertas. Todo objeto inanimado o desanimado tenía que esconderse de su impetuoso enojo. Dicen testigos del vocabulario de carretillero de la dama, que se explayó procelosamente en todo su esplendor de florituras verbales. Que no amainó su lengua huracanada hasta muy pasada la media noche. Nadie la contentaba a pesar de los más esmerados esfuerzos de la corte.

5. El Brujo. El señor José Guadalupe Melquíades Tzab Pech, de oficio hierbatero, cometió un pecado. Gravísimo. Casi mortal. Hace tres años fue a votar a su natal Dzemul. Hacía pacientemente su cola como cualquiera. La entonces candidata a gobernadora del PRI —hoy su graciosa majestad Ivonne Aracelly Ortega Pacheco— quiso votar brincándose furtivamente la fila de votantes que ordenados esperaban para sufragar ese caluroso domingo de mayo en 2007. El señor Tzab Pech, hierbatero conocido en el pueblo como "el Brujo" se atrevió a gritar "¡Hey, hey, hey! ¡Que no se cuele, que se vaya a la cola como cualquiera!". Colérica, la entonces principessa Ivonne Aracelly regresó a la cola y votó... como cualquiera.

6. La Vendetta. Esa misma tarde de hace tres años, "el Brujo" fue amagado de ser debidamente "atendido" por gorilescos enviados de su alteza serenísima. Pero advertido, logró evadirse de los golpeadores mandados por la candidata agraviada en su orgullo: la dulce princesa dzemuleña. Tres años después, y tras haber votado en la misma casilla, José Guadalupe Melquíades se fue a "guardar" al Palacio Municipal de Dzemul. Le dijeron varios vecinos que la vengativa gobernadora lo buscaría para desquitarse de la humillación de "mandarla a la cola" hace tres mayos. Aunque a usted le sea difícil de creer, el mismísimo grupo especial de asalto "ROCA" entró a la fuerza el 16 de mayo de 2010 al pueblerino palacio gobernado por una alcaldesa panista. Las fuerzas de "élite" derribaron puertas y canceles para entrar por "el Brujo". "Órdenes muy superiores", dijeron. Lo sacaron a como diera lugar de su refugio y lo encarcelaron... ¿Así o más arbitrario? Si no hubiera un vídeo que corrobora lo que aquí se cuenta (que puede Usted también gustar, como aquella telenovela, en la página electrónica de este semanario que generosamente da cobijo a los vistazos de este cura), uno pensaría que es una historia producto de la imaginación o del humor negro de Luis Spota.

7. Fueron 40. Cuarenta detenidos, todos de la oposición. Ni uno solo del PRI, faltaba más, "para que nadie se equivoque". En varios de ellos se documentó el delito de tortura. Como en las legendarias épocas de los casi 80 años de la "dictablanda" del PRI. Para varios de los detenidos la pesadilla sigue. Todavía hay un tercio de esos presos políticos del 16 de mayo que están en "la sombra", tras las rejas, entre ellos varios de los torturados. "El Brujo" acaba de salir bajo fianza, pero fue consignado por un robo inventado por un acusador anónimo al servicio de la gobernadora. Igualito que los pobres vendedores de playeras chifladoras. Mientras, la sociedad yucateca y sus "dirigentes" siguen durmiendo. Mientras, también mi Iglesia, sus dirigentes y sus jerarcas duermen... ¿Habrá alguien despierto por aquí?