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De Alaska a la Patagonia no hay este tipo de modernos dispensadores de chicles y de colillas, señala el Patronato del Centro Histórico.
A fin de continuar con la labor de valoración y cuidado del Centro Histórico, el Patronato para la Preservación del Centro Histórico de Mérida dio a conocer el visto bueno del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a los nuevos dispensadores de chicles y de colillas de cigarros de origen inglés que se colocarían en parques, edificios públicos, hoteles, teatros y cines de la ciudad.
La presidenta del Patronato del Centro Histórico, Zazil Canto Ureña, informó que el INAH aprobó los dispensadores, traídos de Londrés, Inglaterra, para su uso en el Centro Histórico, por considerar su diseño discreto, de buenas proporciones y por su facilidad para adaptarse al mobiliario urbano.
—Pueden estar seguros que de Alaska a la Patagonia no hay este tipo de modernos dispensadores de chicles y de colillas, ya que sólo se manejan en Europa.
En rueda de prensa en la Oficina de Gestión del Patronato del Centro Histórico, Zazil Canto señaló que ante la desaprobación de algunos regidores del Ayuntamiento de Mérida por la colocación de troncos en la Plaza Grande para que la gente pegara sus chicles en ese lugar —en lugar de tirarlos al suelo o en el mobiliario del Centro Histórico— la asociación civil a su cargo se avocó a la búsqueda de una nueva solución.
Agregó que los nuevos dispensadores, hechos de hierro colado y de acero inoxidable, pueden ser colocados en la pared, en rejas o en postes y que, dependiendo del modelo, su precio va de $4,000 a $7,000. La adquisición de los dispensadores correría a cargo del Ayuntamiento de Mérida.
—La Comuna estaba muy interesada en el proyecto, pero con el cambio de administración habrá que retomar las pláticas con la nueva autoridad.
Mientras tanto, continuaremos avanzando. Nuestro siguiente paso será solicitar una reunión con el INAH para determinar los puntos en los que se colocarían estos nuevos dispensadores de chicles y colillas de cigarros.
Al respecto, el Arqto. Raúl Zapata, coordinador de Proyectos del Patronato del Centro Histórico, dijo que los nuevos dispensadores también ofrecen una versión "más cómoda" para los ciudadanos que no sientan ganas de caminar a éste para depositar su chicle o sus colillas, ya que también podrían repartirse unas bolsitas especiales que serían guardadas y luego depositadas.
Ambos coincidieron en que lo importante de los nuevos dispensadores es que no van a atentar contra la imagen urbana y tampoco se van a convertir en nuevos obstáculos en la vía pública.
Destacó que de igual manera se abordará con el nuevo Ayuntamiento el tema del retiro de chicles del Centro Histórico a través de la entrega a la Comuna, en comodato, de una máquina que el Patronato del Centro Histórico adquirió para este fin.
Recordó que tan sólo en el atrio de la Catedral de Mérida el Patronato del Centro Histórico y el Ayuntamiento de Mérida retiraron con la máquina "quita chicles" unos 70 mil chicles del suelo de este importante y simbólico edificio.
—Pensamos, que el siguiente lugar para el retiro de chicles podría ser el Palacio municipal, el Palacio de Gobierno o la Plaza Grande.
Indicó que para que los dispensadores tengan éxito, su colocación tendrá que venir acompañada de una intensa campaña de promoción para que los meridanos los utilicen y, sobre todo, cuiden más su Centro Histórico.
Por otra parte, el Arqto. Alejandro Gil Sandoval, coordinador de Proyectos del Patronato del Centro Histórico, dio a conocer que el INAH también aprobó el proyecto de rescate del Parque de San Cristóbal, hecho por el Patronato del Centro Histórico con la activa participación de los vecinos, párroco y algunas empresas de ese barrio.
Sobre ese tema, Zazil Canto destacó que la gente de San Cristóbal participó mucho en la elaboración del proyecto porque sintieron que éste era verdaderamente para y por ellos.
—El Patronato trabaja de esta forma porque sólo así se logra que la gente se involucre en los proyectos, los haga suyos, los cuide y sobre todo, les dé vida.
Alejandro Gil Sandoval manifestó que simultáneamente se está trabajando en un proyecto de rescate para La Arcada de Santa Lucía y las dos primeras crujías del edificio, que están en peligro de derrumbarse.
Mencionó que el rescate de La Arcada correspondería al Ayuntamiento de Mérida, lo que habría que retomar con la nueva administración municipal; mientras que el del edificio correría a cargo de su propietario, quien está muy interesado en realizarlo.
—El Patronato también ha hecho una propuesta de rescate del Parque de Santa Lucía, que incluye una mejor redistribución del espacio.
Aunque no precisó el monto del presupuesto para la obra, dijo que es prioritario realizarla: el techo y las vigas del edificio de La Arcada se encuentran en mal estado y podrían colapsar por las lluvias.
Finalmente, la presidenta del Patronato del Centro Histórico se refirió al programa cultural "PAAX", que inició en abril pasado en el barrio de San Sebastián y que visitó durante mayo en Santiago: no sólo está cumpliendo con su objetivo de atraer a nuevas generaciones al Centro Histórico y de que participen con expresiones artísticas, como canto, baile, fotografía o actuación, sino también ha logrado que los vecinos de estos barrios den a conocer sus necesidades y propuestas para mejorarlos.
—De hecho, se ha logrado un diagnóstico de estos barrios, gracias a que la gente nos ha abierto las puertas por el trabajo realizado en "PAAX", que este 18 y 25 de junio estará en Santa Ana. L.I.