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La velocidad y el ruido de la vida moderna son contaminantes que están acabando con nuestra "civilización". En la agitación y el estrés cotidianos, el ser humano ha perdido la orientación para lograr una vida plena y satisfactoria. La vorágine material no satisface las necesidades más recónditas de la persona. Las necesidades del espíritu están exclamando desde lo más profundo y están abriendo el camino a experimentar lo sagrado y trascendente, de nueva cuenta. Algunos ya están explorando nuevos caminos hacia la comprensión de verdades eternas.
Ante la necesidad, occidente mira a oriente en busca de respuestas. Ello da lugar a amplia gama de prácticas espirituales orientales adaptadas para occidente. A todo este fenómeno lo conocemos como el "New Age" o la nueva era. En el contexto de este nuevo sincretismo religioso del mundo global, es importante reconocer los principios básicos, comunes a todas las prácticas espirituales para llegar a la esencia del conocimiento. Uno de los puntos más importantes en común, compartido con todas las tradiciones religiosas, es el siguiente: la necesidad de acallar la mente, buscar el silencio interior como el camino para poder escuchar la voz de Dios. El primer obstáculo a vencer para todo aquel que busca a Dios, es su propia inquietud y distracción interior. Oriente es la cuna de todos las filosofías, de todos los estudios, de todas las ciencias del ser y del Ser Superior y en donde la práctica del silencio interior, conocida como meditación es comprendida y practicada desde tiempos inmemorables.
"Si me preguntaran bajo qué cielo la mente humana [...] ha profundizado más sobre los vastos problemas de la vida y ha encontrado soluciones que merecen la atención de quienes han estudiado a los pensadores de occidente como Platón y Kant, debo de señalar a la India", Max Müller.
De todas las diferentes regiones geográficas de oriente, la India es la más rica en conocimiento y tradición espiritual. Posee el Bhagavad Gita, la escritura más antigua (3,000 A.C aproximadamente) y de la cual Gandhi dice en su autobiografía: "El poder que poseo para usar en la arena política proviene de mis experiencias en la vida espiritual" y en el campo espiritual, continúa diciendo: "La Verdad es el principio soberano y el Bhagavad Gita es el libro por excelencia para conocer la Verdad".
Para los Budistas de todas las ramas, Theravadin, Mahayana, Zen, Tibetano, la introspección a través de la meditación es la práctica indispensable para lograr la disciplina de la mente con lo que se logra adquirir sabiduría y felicidad duradera.
En la tradición Cristiana encontramos que Jesús constantemente se apartaba del ruido y buscaba la soledad y el silencio para poder orar, para poder establecer comunicación con el Padre. En Mateo 14,23: "Una vez que Jesús despidió a la muchedumbre, subió a un monte apartado para orar, y llegada la noche estaba ahí solo". Ésta era una práctica constante en la vida de Jesús y podemos encontrar un sinfín de referencias similares a ésta en la Biblia. En otra parte Jesús dice que para encontrar al Dios vivo hace falta crear el silencio interior: "cuando ores entra en tu cámara y, cerrada la puerta, ora a tu Padre, que ve en lo secreto; tu Padre que ve en lo escondido te recompensará", Mateo 6,6. En este pasaje de la Biblia, la cámara, el recinto más secreto, no se refiere a un espacio del mundo exterior sino a algo mucho más sutil, en el interior de uno mismo. "Cerrada la puerta" significa apartarse del ruido exterior e interior. "Entonces ora a tu padre, comunícate con Él, habla con ÉL y Él te recompensará", es decir, te contestará. El silencio interior, por lo tanto, nos permite escuchar a Dios.