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Los especialistas del IMSS, sugieren a los padres de familia ser tolerantes con sus hijos en las dos primeras semanas de clases, lapso en que se reajusta el reloj biológico del sueño, para que poco a poco se vayan adaptando a sus nuevas actividades escolares y extra-escolares.
Si se observa que el niño está somnoliento, fatigado, irritable, con dolor de cabeza y estómago, posiblemente se deba a que duerme menos de ocho horas; el sistema nervioso central es el primero en resentir la falta de sueño reparador, lo que puede causar conducta aprensiva, inquietud, e incluso ansiedad; durante el 2010, han consultado por este motivo, 164 menores de 19 años de edad.
Es indispensable, dijeron, que el niño desayune antes de ir a la escuela; que por las noches tenga una merienda ligera y duerma de ocho a diez horas, a fin de tener un óptimo desempeño durante el día.
Especialistas en Nutrición y Dietética, indicaron que aunque las tres comidas del día son importantes, la primera es muy necesaria, en los escolares de 6 a 12 años, etapa donde se acelera el crecimiento hasta 8 veces más, tanto en talla como en peso.
En el desayuno, comida y cena se deben contemplar los 5 grupos de alimentos: cereal, fruta, carnes, leche, azúcar y grasas, de preferencia, cocidos al vapor o asados.
Los especialistas explicaron que si el niño desayuna algo ligero, como un vaso de leche, pan tostado y fruta, en el refrigerio es necesario incluir fruta y vegetales, a fin de tener una buena nutrición.
El área de nutrición exhortó a los padres para que eviten los refrescos o bebidas con colorantes o con endulzantes artificiales y enviarles de preferencia agua simple o de frutas. Otra petición es no dar dinero para evitar que consuman comida chatarra, que sólo favorece la mala alimentación y la obesidad.
Ambos especialistas aconsejan fomentar una mejor interrelación padres-hijo, mediante juegos, pláticas y otras actividades que ayuden al infante a tener mayor confianza y mayor seguridad. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.