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A raíz de que nació Sinaí comenzó mi amistad con Ivonne Ortega Pacheco. Sinaí necesitaba férulas, aparatos ortopédicos y cirugías. Para ello necesité mucho dinero y es por eso que recurrí a Ivonne. Le pedí dinero prestado y ella accedió inmediatamente —relató Minelia Frías Chalé en entrevista amablemente concedida a Artículo 7.
—Ivonne nos llevaba a Mérida a ver al médico ortopedista Roberto Díaz Marques y siempre estuvo muy pendiente de ella; —continuó con su relato doña Minelia— venía constantemente a la casa a preguntar por Sinaí”.
—Un día vino con el Dr. Cabrera y le preguntó: "¿Va a vivir Sinaí?" Él contestó: "Si su mamá le da atención, cariño y todos los cuidados que se requieran, sí va a salir adelante".
—Para ese entonces el Dr. Cabrera enamoraba a Ivonne. Fue hace 15 años. Ella no había tenido ningún cargo público y creo que ni le había pasado por la mente entrar a la política y competir por la presidencia municipal de Dzemul. Era una simple ciudadana.
—Recuerdo que fui a su casa. Entonces era una casa vieja. No era la mansión que es ahorita. Había una tiendita en la que vendían pan y abarrotes.
¿Por qué acudió a pedir ayuda a Ivonne Ortega?
—Porque ella me ofreció la ayuda cuando supo que estaba enferma Sinaí. La ayuda continuó cuando fue alcaldesa de Dzemul. Siempre me apoyó.
¿Cuál es el motivo del compadrazgo?
—Precisamente por el agradecimiento que le teníamos. Cuando ella empezaba como gobernadora la fuimos a ver y le ofrecimos que sea la madrina de primera comunión. Recuerdo que se encontraba parada en la plaza donde está la estatua de Víctor Cervera Pacheco. Me acerqué a ella y le ofrecí que fuera la madrina de Sinaí. Cuando eso no tenía tanta seguridad como ahora.
—Ella me dijo: "claro que sí. Con mucho gusto acepto ser la madrina de Sinaí".
¿Cuál fue el regalo que la gobernadora de dio a Sinaí?
—Le regaló cinco mil pesos. Ivonne no tuvo tiempo para comprarle nada así que le dio ese dinero.
"La molestia de la gobernadora se origina a raíz de que empieza el proceso político. El que fue candidato del PRI [Irving Ortega] hacía sus mítines y nunca nos invitó a ninguno de ellos. Él se justificó diciendo que como éramos de la misma familia (PRI) no había razón para invitarnos. Es por eso que mi familia y yo nunca acudimos a sus caminatas y mítines".
—Es cuando comienzan a salir los "chismes". Gente que fue con la gobernadora a meterle chismes sobre mí. Le fueron con el cuento de que yo dije que ella nunca me había apoyado. Yo nunca dije esas cosas.
—Un día, antes de las elecciones, como para el mes de febrero, me vienen a buscar del Comité Municipal del PRI para ir a ver al delegado que enviaron del PRI estatal para que apoyara la campaña, un señor de nombre Fidencio. Él me quiso regañar porque yo no estaba apoyándolos. Ese día me ofreció un bastón y una silla de ruedas para mi mamá. Fidencio me dijo que me lo mandaría con Domingo Ortega el fin de semana.
—Pasaron varias semanas antes de que me trajeran el bastón. Un día, sábado por la noche, llegó Irving Ortega acompañado de su esposa a traerme el bastón que me habían ofrecido. A mí me extrañó mucho que Irving haya venido a traerlo y no Domingo Ortega. Ese día platicamos en la puerta de la casa sobre la salud de Sinaí. Irving me dijo que éramos amigos. Se despidieron de nosotros y se fueron.
—Al día siguiente, domingo, como a las once de la mañana, se presentó la gobernadora intempestivamente a mi casa. Llegó furiosa y entró a la casa sin pedir permiso, como "Pedro en su casa". " Ya estoy hasta la madre de los chismes", dijo la gobernadora. Vino acompañada de su prima Mariana Canto Lara. Me cuestionó que por qué yo estaba hablando mal de ella, diciendo que ella no me apoyaba en nada. Yo le contesté: "Ivonne yo no he dicho eso; al contrario, mil gracias te doy por todo el apoyo que le has dado a mi hija Sinaí. Sin esos apoyos Sinaí no estaría como está ahorita. Mi agradecimiento es para ti y no para otra persona", le dije.
—También me reclamó que era la segunda vez que la traicionaba. Me dijo que con la elección interna de Eduardo Chuc yo la había traicionado.
—Me dijo que si era cierto [que yo estaba diciendo lo que le dijeron] me iba a retirar todo el apoyo que me estaba dando.
—Me impresionó que la calle se llenó de camionetas y guaruras.
—Sinaí presenció todo.
¿Cree que Irving haya influido en la gobernadora para que ella viniera a reclamar?
—La verdad, no lo sé, pero podría ser. Yo se lo reclamé; él lo negó.
Minelia aseguró a Artículo 7 que la gobernadora siempre fue como un ángel para ella y por eso nunca iba a dejar de agradecerle todo.
"Para mí Ivonne era como un ángel. Cuando yo más la necesitaba ella siempre estaba para echarme la mano. Pero esa Ivonne que hay ahorita es totalmente diferente".
—Para la campaña de gobernadora vinieron a la casa a hacer un spot publicitario y vinieron los de TV y Novelas e hicieron un reportaje sobre Sinaí.
—Yo no le guardo rencor a la gobernadora. Sólo pido que nos deje vivir en paz —dijo doña Minelia.
¿Que le diría a la gobernadora si la tuviera en frente?
—Le agradecería todo el daño que ya nos hizo y le pediría que le devolviera el trabajo que le quitó a mi hijo [Edwin Euán Frías]. Mis hijos no se tienen la culpa de nada; es más, ni mi marido.
¿Le pediría perdón a la gobernadora?
—"Perdón" sólo a mi madre y a Dios. Yo no le hice nada a la gobernadora —contestó enfáticamente.
¿Perdonaría a la gobernadora por lo que le ha hecho?
—Sí la perdonaría pero no olvidaría.
¿Volvería a apoyar a algún candidato del PRI?
—No. Definitivamente, no.
Para finalizar, doña Minelia agradeció las muestras de afecto y de apoyo que mucha gente le ha proporcionado
—Antes, cuando salía Ivonne en la televisión, Sinaí decía que era su madrina. Ahora, cuando se le dice que es su madrina ella constesta: Je lá (en maya) y dice: "no, no", —concluyó.
Saint-Just: Todas las artes han producido sus maravillas: el arte de gobernar sólo ha producido monstruos; hemos buscado con atención nuestros placeres en la naturaleza y nuestros principios en nuestro orgullo. Discurso sobre la constitución de Francia, 24 de abril de 1793.