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En visita a la ciudad de Mérida, el aspirante a la candidatura del PAN a la presidencia de México, Santiago Creel Miranda, concedió una entrevista exclusiva al semanario Artículo 7 sobre su estrategia y visión con miras a la campaña 2012.
¿Cuál es la diferencia entre el Santiago Creel de hace cinco años, ese que perdió en las internas, y el de hoy?
—Experiencia acumulada de una derrota que me formó, que me hizo replantearme mi participación en la vida pública, mi militancia en el partido Acción Nacional, subir nuevas banderas, establecer un trabajo y un acercamiento con la base del partido de una manera distinta de como lo había hecho.
Fue un cambio que sintetizó en una frase: renovarse o morir.
—Así que, en lugar de irme a casa a lamentarme por los resultados, inmediatamente me fui a campaña con Felipe [Calderon Hinojosa]; y a coordinar la campaña de los senadores que, por cierto, fue la más exitosa de 2006 ... 40% de la votación y después ... a trabajar al senado y no he parado.
—Entonces, ha sido una experiencia. No hay mejor maestra que cuando las cosas no salen bien y la vida enseña ... y enseña bien.
Medina Placencia le ha dado su apoyo a Josefina Vázquez Mota diciendo que "ella no tiene cola que le pisen"; en cambio Santiago Creel generó ludopatía al autorizar grandes cantidades de casas de juego ¿qué dice sobre esto el senador?
—El hecho de que él se pronuncie con apoyar a una persona como Josefina es algo que sucede y, bueno, a él lo veo muy alejado del partido. Lo ha estado desde que no pudo ser coordinador de los senadores y desde que no pudo ser presidente del partido. Pero bueno, es una personalidad en el panismo.
—Además, creo que hay muchas mentiras que no por el hecho de repetirlas se van a convertir en verdades. Me tocó combatir el juego ilegal de una manera que fue muy perniciosa durante la época del presidente Vicente Fox y sigue siendo. Y la manera como combatí esta ilegalidad fue con la legalidad. Rompí un monopolio, el monopolio de los Hank, que dominaba en el juego legal, pero ese juego legal representaba una pequeña parte porque el resto era juego ilegal y la lógica era meter en la legalidad a buena parte de la ilegalidad y evitar el lavado de dinero.
—El juego no lo inventamos nosotros. El juego estaba autorizado con una ley de los años 40, totalmente sesgado a favor de una persona; pero precisamente por ese sesgo el juego ilegal pertenecía y pertenece al crimen organizado.
—A mí me tocó enfrentar esa situación que si se hubiera hecho como estaba ideada originalmente, hubiésemos podido combatir la ilegalidad que aún hoy persiste.
—Creo que voces como la de Medina [Placencia] que, pues no entienden o no han estado correctamente informados, han venido repitiendo una mentira que se intenta convertir en verdad de manera absurda.
¿Qué valor le da Santiago Creel al rumor de que el Presidente Calderón ya tiene a "su preferido" en la figura del Secretario de Hacienda?
—Es intentar hacer de una cultura que combatimos, una cultura que pueda permear en el PAN. Y digo que se intenta hacer porque esto no se va a lograr porque va a ser rechazado por el panismo en su forma mayoritaria y más aplastante.
—El PAN es un partido que representa una cultura en contra de la línea. ¿Y qué quiere decir la línea? La línea quiere decir que alguien más arriba puede decidir el voto de uno —que debe ser libre; que alguien más debe velar por los intereses que uno debe defender, que uno debe sacar adelante. Es decir, El PAN representa una cultura donde surgen las decisiones a través de un ejercicio de libertad, y todo lo que huela a "cargada", a línea, a consigna, a acarreo o como le decían los priístas a bufalada, es naturalmente rechazado porque va en contra de quienes somos, de nuestra filosofía de hombres libres, que respetan su dignidad y la de los demás, que estamos en contra de todos los planteamientos paternalistas, corporativos, clientelares. Y la línea es más de lo mismo.
—Creo que si alguien intenta imponer una línea en el PAN, va a fracasar totalmente.
¿De qué magia se valdría Santiago Creel Miranda —ganando la candidatura del PAN a la presidencia— para derrotar esa aplanadora priísta que viene dando victoria tras victoria y se mantiene arriba en encuestas?
—Dos cosas. La primera es defender lo que somos y lo que hemos hecho y que ha sido mucho. Hay mucho en las alforjas de los gobiernos del PAN, del gobierno federal, pero también de los gobiernos locales y no sólo en obra pública -que hay mucha- sino también en obra física: carreteras, puertos, aeropuertos, presas, entre presas, sistema hidráulico, vivienda, hay mucho. Pero sobre todo, donde hay más, es en el cambio que implica haber venido de un mundo cerrado, sin democracia, de un sistema político que fue totalmente autoritario y que el PAN ha podido abrir y lo ha hecho con paz, con estabilidad y lo ha hecho también con resultados en obra física y eso es muy importante.
—Somos herederos de este movimiento democrático que la gente reconoce. Estoy consciente de que la gente hubiese esperado más. Entonces, lo primero es defender lo que somos y lo que se ha hecho bien. Lo segundo, para convencer al ciudadano de afuera, no basta informarle lo que se ha hecho, eso es una parte. Tiene que ver con lo que no hemos hecho, tiene que ver con los pendientes, con esas expectativas a las que no se llegó. Hay que decirle por qué, en dónde estuvo el problema y hay que decirle cómo lo vamos a arreglar. La gente que va a votar en el siguiente año, quiere, en primer lugar, escuchar a un candidato que diga la verdad, que no sea más de lo mismo, con promesas que fueron hechas y que no se cumplieron.
—Tenemos que explicarle primero cuál es el proceso de cambio y de transición del país y por qué se han logrado unas cosas y por qué no se han logrado otras. Les diría que hay que ir a la raíz, al rompimiento de los eslabones que todavía siguen aprisionando al país y que esos eslabones fueron construidos en el viejo sistema y que todavía siguen gobernando de alguna manera el país en el sistema educativo, por ejemplo, en la vida civil, en el campo, en la economía gobernada por monopolios. Todo esto es lo que el PAN debe comprometerse a romper, a romper esos diques e irnos a fondo.
—Estoy convencido de que si a la gente le hablamos con la verdad, si le decimos lo que hemos hecho y lo defendemos, pero también le decimos las fallas, en un proceso de auto crítica sincera, honesta y de verdad; tenemos mucho campo de lograr convencer de que el PAN tiene mucho qué hacer, mucho qué dar, mucho qué defender.
Mucha gente va a decir que el PAN ha tenido 10 años para romper esos diques y estos siguen prácticamente enteros. ¿Cómo responder a eso?
—Algunos diques siguen enteros y otros no. No se puede explicar, por ejemplo, el nivel de transparencia en la gestión gubernamental, por ejemplo, en la federal, si no es a través de la intervención del PAN en sus iniciativas, en su IFAI, que fue creado por el PAN. Creo que tampoco podría entenderse la apertura y el equilibrio que ha buscado el PAN integrar a la mujer con el Instituto de la Mujer, con leyes contra la discriminación.
—Creo que tenemos mucho qué defender y mucho qué hacer. Simplemente, en obra física, en los últimos cuatro años, se han construido más carreteras que en la última década priista. Hacer doblemente más de lo que hubiese podido hacer cualquier administración priista en vivienda, en carreteras. Esa es una parte muy importante.
—La segunda parte es también explicar por qué no hemos podido hacer algunas cosas. Cuando me preguntan por qué no se ha podido llevar a cabo la reforma fiscal o la reforma laboral, por qué no se han gestado los grandes cambios en el país desde el punto de vista legislativo, la respuesta es muy sencilla: falta de votos en el Congreso, no de iniciativas, no falta de propuestas.
—Hemos tenido una oposición que no ha querido convencerse, que no ha querido persuadirse de que el cambio es necesario por el bien de todos. Y si ellos por intereses de carácter partidista, mezquino o de la naturaleza que fuere, no han querido acompañar los cambios, tienen una responsabilidad. Pero también hay casos que tenemos que enfrentar de una manera directa, como Elba Esther [Gordillo], que también hay que explicar que en un inicio fue nuestra aliada; pero no creo que podamos mantener una alianza de esa naturaleza. Ni por el sistema educativo ni por una democracia sindical. Lo mismo con un sindicato como Petroleos mexicanos.
—Hay que poner un hasta aquí. Y me parece que habiendo claridad en la propuesta y claridad en la defensa, tenemos una gran oportunidad de renovar un gobierno por tercera ocasión.
Analistas serios aseguran que los últimos 10-12 años han sido los mejores para México a pesar de que se ha "quedado corto". Esto no es lo que siente la gente. ¿Cómo invitar a la gente a ver la realidad?
—Lo primero es lo más elemental. Es hablar con la verdad. En el momento que podamos transmitir una buena dosis de autocrítica, pero también de defensa, de lo bien que se han hecho en algunos aspectos de los gobiernos panistas; eso va a tener un poder suficiente para lograr convencer al corazón más escéptico porque según recordamos no hubo una sola administración del PRI de los últimos cinco sexenios que no haya acabado mal economicamente, mal politicamente, mal desde el punto de vista social. Acabaron enredados unos con otros, matandose a sus candidatos en los magnicidios, con revueltas, con insurgencias como la chiapaneca, con magnicidios como el del cardenal, Colosio, Ruiz Massieu.
—Hay que recordar toda esa historia, pero también la historia de la economía. La crisis que se dio entre Zedillo y Salinas. Una crisis que mermó el patrimonio del país y de las familias de una manera constante y sonante, del desempleo que tuvimos que padecer muchos años después, producto de esa crisis que se origina en México, que se origina por una mala decisión de los gobiernos del PRI. Y ya no hablo de las crisis anteriores, de Miguel de la Madrid, de López Portillo que quiso defender el peso como un perro. Hay que recordar toda esa parte.
—Y el 68 matando estudiantes. Las administraciones panistas han sido administraciones de otro corte, en un ejercicio democrático en donde la libertad de prensa ha aflorado. Bueno, es más, incluso el día de la libertad de prensa se suprimió porque ya no hay necesidad de alabar un día para justificar la censura que había en los 364 días del año. Solamente había un día de libertad de prensa y lo demás era censura, "chayote", consigna, chantaje, en fin. Creo que todo esto, recordarlo ordenadamente, nos va a dar la oportunidad de volver a reanimar a quizá mucha gente que no tiene la esperanza, cuya expectativa no llego a cumplirse y se siente defraudada con cierta razón. Vamos a volver a animar a esa gente.
En la TV nacional Santiago Creel fue "difuminado" en una ocasión. ¿No teme el potencial candidato que esto le vuelva a suceder? ¿Cuál es su relación con los medios monolíticos emblemáticos de los monopolios mexicanos?
—De que pueda volver a pasar ... sin duda puede volver a pasar porque yo creo que lo que le ha hecho mucho daño al país son los intereses creados por el viejo sistema que aún persiste. Y tenemos que ser muy claros que en la vida pública para enfrentarlos, independientemente del costo personal que podamos o no tener.
—Me tocó enarbolar la reforma electoral que dio como consecuencia sacar del comercio a la televisión y al radio de las campañas electorales y eso dio como resultado en mí un veto televisivo de 43 meses, una difuminación; pero lo más grave fue una campaña calumniosa durante más de un año en donde eso ... muchas mentiras que quisieron repetirlas para convertirlas en verdades. Y sin embargo, pude aguantar el enfrentamiento; aquí estoy con la preferencia más alta de mi partido afuera y adentro, listo para competir y para desbaratar a esa red de intereses creados. A esos, a los que les llamo diques que han impedido el desarrollo del país, diques en la economía, diques en los gremios, diques en las centrales campesinas, diques en el sistema financiero, diques en la política y diques también en los partidos.
—Estoy de una manera total resuelto a hacer estos cambios, a enarbolar estas banderas y no otras, independientemente de cualquier costo y estoy convencido, además, que hablando con la verdad y con la sinceridad de un propósito es de buena fe y de buen puerto de arribo para el país.