661 palabras
Los seres humanos tenemos la capacidad de trascender la materia, buscar la comprensión mas allá del ámbito físico y reconocer lo intangible. El desarrollo del lenguaje es el medio a través del cual damos "forma" a lo que no podemos ver. Sabemos lo que es el amor aunque nunca lo hemos visto, podemos palpar lo que es un ser humano honrado u honesto, lo que es la consciencia ética, el amor, la verdad, la honestidad, la paz. Y, sin embargo, ninguno de estos términos evoca una forma física; son formas de la mente y del intelecto.
Sobre la base de este concepto -la naturaleza humana, constituida por el cuerpo, la mente, el intelecto y el alma como entidades diferentes, separadas- se llega al entendimiento de lo que es la consciencia humana, al saber de sí mismo, al conocimiento que los humanos tienen de su propia existencia, de sus estados del ser o de sus actos. El espíritu es el aliento motivador, al soplo de vida, la fuerza más allá de lo físico, que suma e incorpora el alma, la mente y el intelecto con el cuerpo. El espíritu da forma a la unidad del ser humano como "un todo integrado", que da lugar a nuestra naturaleza consciente. Consciencia y espíritu están estrechamente ligados.
Generalmente, espiritualidad se asocia con religión, creencias y dogmas, una forma muy limitada de entender la espiritualidad. La espiritualidad es un aspecto fundamental y trascendente de nuestra vida diaria, de nuestra inteligencia, de nuestra agudeza interior, de nuestro ingenio, de nuestro valor, de nuestro carácter, de nuestra visión, de nuestra entereza. La espiritualidad es nuestra esencia: es lo que nos hace diferentes de los animales, supuestamente "más elevados".
Es por la espiritualidad que los seres humanos tenemos la capacidad de reconocer el poder sutil y la fuerza que existe detrás de la formas físicas, ese poder que se requiere para el ejercicio de nuestro libre albedrío, la fuerza del ser para tomar decisiones en un sentido u otro, en la búsqueda de nuestro propio bien y en la creación de un mundo mejor. Espiritualidad es la fuerza que se necesita para dirigir nuestra voluntad a lo ético, a los juicios sobre el bien y el mal de nuestras acciones. Una persona que reconoce el poder del espíritu es de consciencia recta, no comete actos en contra del pacto social en el que vive; es decir, en contra del código legal. Pero, aun más allá, puede reconocer los valores universales y los derechos humanos, aquellos valores que algunas veces se escapan a la legislación humana. Una persona espiritual reconoce el poder del Bien Universal.
La espiritualidad está ligada al principio de la consciencia humana, con énfasis en la realización y transformación interior: la renovación de la consciencia. Una persona anestesiada, mantiene su alma, sigue viva, pero "inconsciente", sin consciencia, sin pensamientos y sin intelecto. Su espíritu duerme: recobrará la "consciencia". Sus pensamientos volverán y su capacidad intelectual de razonar y hacer juicios regresará al terminar los efectos del anestésico. La fuerza de su espíritu se restablecerá y recobrará la consciencia.
La iluminación, la liberación interior, "Solo la Verdad os hará libres", son tres maneras distintas de llamar al estado de consciencia elevado que antes estaba solamente reservado a los grandes iniciados espirituales. Hoy, ante la crisis que enfrenta el mundo, todos los seres humanos estamos siendo llamados y tenemos la obligación de explorar y experimentar la espiritualidad para lograr la transformación trascendental necesaria para la evolución de la consciencia colectiva de la humanidad.