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La promesa de campaña de Angélica Araujo de crear una Oficina de Gestión del Centro Histórico, un gasto inútil y sin objetivos reales, ya que su función es realizada actualmente por Desarrollo Urbano.
Durante su campaña a la alcaldía de Mérida, Angélica Araujo Lara anunció a empresarios del Centro Histórico que de llegar a la presidencia municipal abriría una Oficina de Gestión del Centro Histórico, que primordialmente daría permisos de construcción y de usos del suelo a los comerciantes y residentes del Centro Histórico.... Estas facultades —es muy importante tenerlo en cuenta— sólo le corresponden a la Dirección de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Mérida.
Apoyada por Jorge Manzanilla Pérez —ex presidente del Patronato para la Preservación del Centro Histórico de Mérida y actual presidente de la Cámara de Comercios y Servicios Turísticos de Mérida (Canacome), convocó a reuniones y acompañó a la candidata a diversos eventos de promoción del voto— Angélica Araujo Lara incluyó formalmente este anuncio dentro de sus propuestas para el Centro Histórico.
Fuentes cercanas al empresario señalan que la Oficina de Gestión del Centro Histórico es sólo una recompensa al trabajo de promoción del voto que realizó Manzanilla Pérez, quien también se ha encargado del trabajo sucio, al lanzar rumores sobre asociaciones relacionadas con el rescate del Centro Histórico, como el Patronato para la Preservación del Centro Histórico de Mérida, que presidió hace unos años y que ahora está a cargo de Zazil Canto Ureña.
A finales de mayo pasado, el ex yerno de Mario Renato Menéndez —ex esposo de Ileana Menéndez Cámara, gerenta de comercialización del Por Esto!— declaró a ese periódico que en el 2009 el Ayuntamiento de Mérida le dio al Patronato del Centro Histórico $4,872,000 de pesos "cuya aplicación se desconoce".
Simultáneamente, el Por Esto! acusó al Centro Cambiario Canto, propiedad de la familia de Zazil Canto, de "lavado de dinero", acusación que no prosperó ni podría haber prosperado, dado que no tenía fundamento alguno.
Sin embargo, la declaración de Manzanilla Pérez ocasionó que fuentes cercanas al empresario informaran que al presidir el Patronato del Centro Histórico, recibió dos millones de pesos en la administración Municipal de Manuel Fuentes Alcocer, cuyo destino nunca explico y sólo "justificó" con la entrega de un recibo único "por asesorías". Además, señalaron que, coincidentalmente, durante su gestión al frente del Patronato, Manzanilla Pérez viajó regularmente a Europa acompañado de su familia.
Entrevistado sobre la propuesta de Angélica Araujo de abrir una Oficina de Gestión del Centro Histórico —que presidiría Manzanilla Pérez y que otorgaría permisos de construcción y de uso de suelo para el Centro Histórico— el director de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Mérida, Francisco Zetina Espinosa, manifestó que sólo la dependencia a su cargo está facultada para otorgarlos.
—Lo más que podría hacer una oficina de ese tipo, cuya propuesta desconozco, es ser gestora entre ciudadanos del Centro Histórico y la autoridad municipal.
Pero eso, ¿justifica la apertura de una oficina en forma, tal y como la plantea Angélica Araujo?
—No. Si lo que desean es hacer los trámites más expeditos y evitar que el ciudadano dé vueltas innecesarias, lo mejor sería la apertura de una ventanilla única en la que pudiera estar, además de la autoridad municipal, un representante del INAH, ya que su aprobación es necesaria para hacer modificaciones o construcciones en el Centro Histórico.
—Pero antes de pensar en eso, el Ayuntamiento tendría que firmar un convenio de colaboración con el INAH y alguna institución civil, como el Patronato del Centro Histórico, para luego dar paso a una ventanilla única que podría ubicarse en cualquiera de los edificios del Ayuntamiento.
Destacó que se han tenido muchos intentos por concretar esta ventanilla única que incluya al INAH, pero, por diversos motivos, no se logra concretar.
Actualmente, ¿se coordinan con alguna asociación que sirva como gestora del Centro Histórico?
—Aunque no es su papel, el Patronato del Centro Histórico sirve en ocasiones de enlace entre los ciudadanos y Desarrollo Urbano, pero es la dirección la que otorga los permisos y asi debe seguir siendo.
¿Considera que la Oficina de Gestión competiría con las actividades que realiza el Patronato del Centro Histórico?
—No lo creo. El Patronato tiene como función primordial generar y enganchar proyectos de conservación, de rescate y de proyección del Centro Histórico. Si la Oficina de Gestión quiere dedicarse a eso y a querer dar permisos, va a estar en una posición delicada porque nunca se puede tener contenta a la gente.
¿Es innecesaria esta oficina?
—Sí. Lo que se necesita es una buena coordinación entre la sociedad, el INAH y el Ayuntamiento de Mérida.
Al respecto, el subdirector de Gobernación, Manuel Ibarra Patrón, señaló que si la nueva administración planea otorgar permisos de construcción a través de una Oficina de Gestión, tendrá que modificar ese reglamento, ya que sólo faculta a la Dirección de Desarrollo Urbano para hacerlo.
Explicó que aún cuando tengan esa intención el trámite es largo, ya que tiene que hacerse la propuesta, someterse a ánalisis, turnarla a los regidores para que la conozcan, pasarla a Cabildo, y, posteriormente, de ser aprobada, publicarla en la Gaceta Municipal para que tenga validez.
Mientras tanto, indicó, no podrá hacer uso de esa facultad y tendrán que ser una extensión de Desarrollo Urbano, cuya única función será canalizar las solicitudes de los ciudadanos.
Pero, en opinión de algunos que conocen bien a Manzanilla Pérez, su llegada, como titular a la Oficina de Gestión del Centro Histórico, sólo traería grandes problemas a la ciudad, como, por ejemplo, un gran caos en el uso del suelo, tráfico de influencias y corrupción; así como un gran gasto para los meridanos, ya que al igual que las oficinas que Angélica Araujo tiene aún por diversos rumbos de la ciudad, la de Gestión daría empleo a un número de empleados ociosos que ante la falta de trabajo pasan su tiempo viendo televisión o platicando, mientras los ciudadanos pagan por esta innecesaria burocracia. L.I.