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Una carne molida, hecha tortita, entre dos panes, con tomate, cebolla y pepinillos... ¿Será que es de Hamburgo?
La hamburguesa fue inventada por un gastrónomo romano de la corte del emperador Tiberio. Pero hay muchos que se adjudican su creación: se dicen los primeros en poner filete de carne picada entre dos panes. La hamburguesa proliferó en el siglo XX, con el concepto de comida rápida, junto con el pollo frito y la tarta de manzana.
Rochef tiene su propia versión de la hamburguesa...
Se pone la carne en un tazón. Le agregamos el huevo, sal y pimienta. Se forman las tortitas hacienda una bola en la mano, y, con la tapa de un frasco de boca ancha y un lienzo de plástico, con fuerza se deposita la carne, formándola con la tapa. Se colocan las hamburguesas en una toalla húmeda y se meten a la nevera hasta la hora de asarse. Se cortan las porciones para la guarnición y se meten a la nevera.
Al momento de asar, se calienta una parrilla, sin grasa. Se trabaja en una sartén, no se le pone grasa; sólo un poco de sal a la superficie, para que se forme un película encima de la superficie, que tiene la función de calentarse más que la superficie regular. Al mismo tiempo evita que se pegue.
Mientras, se ponen los panes en un trapo húmedo y se meten al baño de vapor
para que se suavicen. Al servir se ponen las guarniciones en un plato y se exhiben las tortitas para que cada persona se prepare su hamburguesa.
¡Provecho!
Rochef Gourmet