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En el presente año, se tiene programada una meta de superficie a beneficiar de poco más de 138 mil hectáreas, además de apoyar la construcción de obras con una capacidad de almacenamiento de agua superior a los 39 millones de metros cúbicos.
Entre 2007 y 2009, el número de proyectos integrales efectuados ascendieron a siete mil 84, mismos que conjugaron obras de captación y almacenamiento de agua, así como prácticas que propiciaron la conservación del suelo, debido a que permitieron mejorar la infiltración del líquido e incrementar la cubierta vegetal en sus territorios.
Las obras de bordería, barreras vivas, surcado, tinas ciegas, cercos, derivación de aguas broncas, drenaje, zanjas, reforestación de especies nativas y nivelación ayudaron a conseguir el objetivo de conservación y uso sustentable del suelo en más de 417 mil hectáreas, en favor de 218 mil productores.
Las obras hidráulicas realizadas, como bordos de tierra compactada (ocho mil 328), pequeñas presas de mampostería (mil 300) y presas de concreto (68), permiten una capacidad de almacenamiento conjunto de 91 millones 839 mil 158 de metros cúbicos.
El Director General de Apoyos para el Desarrollo Rural de SAGARPA, José de Jesús Romo Santos, informó que la capacidad de almacenamiento promedio de cada obra es de 10 mil metros cúbicos y aunque son pequeñas tienen la ventaja de posibilitar una amplia distribución en territorios y por ende un menor costo en la conducción para su aprovechamiento.
El funcionario destacó que la escasez de agua limita las actividades agropecuarias en las regiones áridas y semiáridas; su carencia, dijo, puede ser parte del inicio de los procesos de desertificación, ya que su efecto se deja sentir de manera importante en la disminución de la cubierta vegetal que a su vez propicia los procesos de erosión del suelo.
Explicó que la agricultura implica movimiento de la superficie, por lo que es importante considerar la existencia de territorios que por condiciones de pendiente, tipo de suelo y presencia de agentes erosivos como son lluvia y el viento, requieren de prácticas que permitan el desarrollo de la actividad productiva sin que se produzca erosión. Boletín de la SAGARPA.