696 palabras
La falta de atención a la aparición de várices puede llevar a problemas de salud más serios como una trombosis e incluso un infarto agudo al miocardio.
Policías, peluqueros, cirujanos, secretarias, choferes y todos aquellos que permanezcan de pie o sentados por tiempo prolongado comparten un mismo riesgo, especialmente si se encuentran entre los 30 y 40 años de edad: la formación de várices, que sin la atención necesaria pueden llevar a la cirugía.
Las personas obesas y las sedentarias también se encuentran en riesgo de formar várices y si éstas no son atendidas a tiempo, presentan complicaciones como trombosis, un coágulo en el interior de un vaso sanguíneo y uno de los causantes del infarto agudo al miocardio; hemorragias y úlceras crónicas.
Especialistas en Angiología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, señalaron que las várices son un trastorno circulatorio que padece aproximadamente 20% de la población. Se caracterizan por la formación de dilataciones permanentes en las venas. Frecuentemente se presentan en tobillos y piernas por la presión que existe en esas áreas del cuerpo por el flujo sanguíneo.
Debido a que existe una relación directa con los estrogénos —hormonas femeninas que favorecen la dilatación de las venas— las mujeres padecen el problema en una proporción de ocho a uno con respecto a los varones. También puede presentarse por el embarazo y por la ingesta de pastillas hormonales.
El uso de zapatos altos por prolongados periodos de tiempo también puede ocasionar insuficiencia venosa.
De acuerdo con estadísticas del IMSS, en lo que va del año, en Yucatán se han atendido 131 casos, de los cuales 32 han requerido cirugía —8 hombres y 24 mujeres. En 2009, el número de casos de várices ascendió a 449, de los caules 42 requirieron tratamiento quirúrgico —10 en hombres y 32 en mujeres.
Especialistas médicos explicaron que los primeros síntomas de insuficiencia venosa son: dolor, comezón, calambres (sobre todo en las noches) e hinchazón, particularmente en los tobillos.
En estos casos, se recomienda la utilización de medias de apoyo, que pueden ser de compresión suave si se trata de una situación preventiva, donde surgen venas pequeñas y en forma de arañas, que provocan comezón y un poco de hinchazón; las de compresión mediana, para personas con venas más evidentes y que a través de la piel se ven de color verdoso; y las de compresión elevada, para casos muy complejos en los que ya existe ulceración. Las medias de presión deben utilizarse incluso al ejercitarse.
Si aún no existe el problema, la mejor forma de prevenir la formación de várices es practicar ejercicio, especialmente caminar, nadar o andar en bicicleta, a fin de mantener el tono muscular. Además, se recomienda levantarse durante las jornadas laborales, elevar ligeramente las piernas durante un lapso de 15 a 20 minutos al estar acostado y evitar el uso de zapatos de tacón alto, ropa o medias muy ajustadas.