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GRAN BRETAÑA.- Las autoridades de Gran Bretaña llevan al absurdo el cuidado de la salud física de los menores de edad. Destruirán una familia porque los hijos son obesos.
Los padres (en los extremos) con seis de sus hijos. A la bebé la carga su papá.
Los afectados por la obsesión gubernamental de que es obligatorio no engordar son una familia de Dundee, Escocia.
Están al borde de que les quiten cuatro de sus siete hijos y los den en adopción: tres niñas de 11, 7 y un año, y un varón de cinco. De conseguir los funcionarios de salud arrebatarles los hijos a la pareja, no podrán verlos más. Sólo que los vástagos, al cumplir la mayoría de edad, quieran rastrear dónde quedaron sus padres.
Los esposos tienen 20 años de casados y en el 2008 les pusieron un ultimátum: o sus hijos bajaban de peso en tres años o se los quitarían.
No han bajado de peso, y el bebé que tuvieron luego también es robusto.
Titular del Daily Mail en el 2008: 'Les quitaremos a sus seis hijos, a menos que bajen de peso' (no había nacido la bebé).
El caso despierta polémica y los defensores de los derechos humanos consideran que los trabajadores sociales del Ayuntamiento de Dundee son unos estúpidos.
Se dedicaron a tomar notas mientras la familia comía y ordenaron que los niños tomaran clases de ballet y futbol.
El abogado de los padres basará su defensa en probar que los hijos quieren vivir con sus papás y que han sido dañados por el acoso de los trabajadores sociales.
La pareja tiene tres hijos ya más grandes, quienes también están angustiados por la intervención del Estado en sus vidas.
En entrevista con el Daily Mail, la mamá, de 42 años, declaró: ‘Tal vez no seamos los padres perfectos, pero amamos a nuestros hijos con todo el corazón. Es insoportable imaginarnos un futuro sin ellos.
'Se fijaron en nosotros porque somos gordos y no nos han dejado en paz, pese a que hacemos todo lo posible para adelgazar. Creo que hasta los presos tienen más derechos que nosotros. Pelearemos hasta el final'. (Daily Mail)