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Aunque en Yucatán la incidencia de meningitis es muy baja, no hay que bajar la guardia, especialmente en niños menores de un año, ya que esta enfermedad siempre suele dejar secuelas como sordera, convulsiones, parálisis de alguna extremidad o dificultad del habla, aseguró el Dr. Roberto Campuzano Castilllo, especialista de Pediatría e Infectología del Hospital "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Agregó que la meningitis, inflamación de las meninges —membranas que recubren el cerebro— se da principalmente por causas infecciosas, más comunmente, por una bacteria.
Mencionó que las bacterias que suelen ocasionar la meningitis son el Streptococcus Pneumoniae y el Macmophilus, que afectan a los recién nacidos; el Neisserta Meningitidus, el Escherichia Coli y el Klebsiella Pneumoniae.
Señaló que la meningitis también puede ser ocasionada por otras causas como radioterapias para tratamiento de cáncer, ciertos medicamentos o exposición a tóxicos en el ambiente laboral.
En amable entrevista concedida a Artículo 7, el Dr. Campuzano explicó que el Streptococcus Pneumoniae es una bacteria que vive habitualmente en nuestro entorno y que, de hecho, hay una cantidad considerable de la población que lo acarrea a nivel de la faringe; vive con ella "sin ningún problema".
Dr. Roberto Campuzano Castillo, especialista en Pediatría e Infectología del IMSS.
Precisó que, eventualmente, esa bacteria puede entrar al torrente circulatorio y llegar a órganos meta: pulmones, cerebro; son los sitios donde puede instalarse y causar la inflamación de las meninges y, por lo tanto, una infección.
Destacó que el principal grupo de afectados es el de niños menores de un año; no tienen madurez adecuada de su sistema inmunológico; sus defensas no tienen la capacidad para contrarrestar este tipo de infecciones.
—Además, el no tener su esquema de vacunación completa, en la mayoría de los casos, facilita que el microorganismo entre a su cuerpo y de ahí se vaya al cerebro y cause una infección.
Señaló que aunque es menos probable que la enfermedad se presente en niños mayores de un año, si la persona presenta condiciones que bajen sus defensas, como un tratamiento inmunodepresor para cáncer, esteroides o alguna enfermedad como VIH, la infección puede darse.
El especialista dijo que es corto el tiempo entre la llegada de la bacteria al cerebro y el desarrollo de la enfermedad. Incluso en las primeras 24 horas de haber llegado al cerebro, empieza la inflamación de las meninges y los cambios clínicos.
Precisó que esta enfermedad presenta cuatro cuadros clínicos básicos: un síndrome febril, que indica infección; el síndrome meníngeo, que se caracteriza por la rigidez del cuello o dolor por la movilidad del mismo o de las extremidades; el síndrome encefálico, una etapa más avanzada de la enfermedad, se caracteriza por las convulsiones o alteraciones en el estado de alerta de la persona; en este punto queda somnoliento. Esos estados se alternan con periodos de agresividad y de desconocimiento a sus familiares; y el síndrome de cráneo hipertensivo, que es la fase mas crónica de la enfermedad —el daño es más intenso, pues ya hay una inflamación cerebral importante con elevación de la presión arterial y cambios en el patrón respiratorio y en la función cardíaca.
Se llega al cráneo hipertensivo porque probablemente no se ha identificado plenamente la infección; para evitar llegar a esa etapa los médicos deben anticiparse con el tratamiento.
—Sin embargo, hay pacientes que aún con el mejor tratamiento pueden llegar a la fase de cráneo hipertensivo debido a la severidad de la inflamación.
También debe tomarse en cuenta que, cuando la bacteria llega al cerebro, el cuerpo trata de atacarla y, al hacerlo, libera substancias tóxicas que van a matar a la bacteria, pero que inflaman las meninges y producen la inflamación del cerebro y todos los síntomas clínicos.
Lo más importante del tratamiento es que está dirigido a controlar la inflamación, independientemente de los antibióticos.
A una pregunta, dijo que la meningitis puede llegar a ser mortal cuando la inflamación es muy intensa porque precisamente a nivel del cerebro se controlan todas las acciones vitales, como respiración y latidos del corazón; entonces, si se daña, el paciente puede caer en un paro cardio respiratorio.
Sobre las secuelas de la enfermedad, señaló que van a depender del tipo de organismo que provocó la infección, aunque las más comunes en el entorno son las auditivas, principalmente, la sordera; convulsiones, epilepsia, problemas en el desarrollo psicomotor, dificultad para el aprendizaje, parálisis de alguna extremidad y dificultad del habla.
—Si la meningitis se detecta en las primeras 24 horas, las secuelas podrían ser menores, pero el daño a nivel del cerebro y de las meninges está en función de lo que el cuerpo esta produciendo para evitar la infección.
Mencionó que, luego de la etapa de infección, hay un estudio para buscar secuelas y darles terapia física o rehabilitación.
Destacó que la meningitis no se considera una enfermedad que prevalece, ya que, según los reportes de Vigilancia Epidemiológica de México, específicamente para Yucatán, en 2010 sólo se reportaron dos casos. Ninguno de los niños murió.
Agregó que las muertes han disminuido dramáticamente desde que se implementó la aplicación de la vacuna del neumococo hace más de una década. Anteriormente, la mortalidad era de 80%.
Comentó que a nivel nacional se estima que hay 11 casos por cada cien mil habitantes, siendo Yucatán uno de los estados con las tasas más bajas; y Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Baja California, en donde la incidencia es 15 veces mayor debido a que son zonas fronterizas, en las que el hacinamiento y las malas condiciones de higiene pueden favorecer la transmisión de las bacterias entre las personas.
Para evitar la aparición de meningitis, recomendó evitar el hacinacimiento y el contacto estrecho y prolongado entre un grupo de personas como, por ejemplo, los niños de guardería, pueden facilitar la transmisión de infecciones.
—No quiere decir que todos se van a enfermar de meningitis. Se puede transmitir el streptococo y dependiendo de las características de cada persona, invadirá la sangre y el sistema nervioso central.
Finalmente, dijo que si un niño menor de un año con vacunas incompletas empieza a tener cambios en su conducta —como no tener apetito o no querer jugar— además de tener fiebre, debe llevársele al médico de inmediato: podría tratarse de una meningitis. L.I.